Un error de concepto te puede costar lo que DESEAS
Si no quieres leer, escúcha el podcast aquí
En todos estos años acompañando procesos de transformación, me he dado cuenta de algo que parece simple, pero te puede costar muy caro:
Un error de concepto puede costarte una oportunidad, una relación o ese ascenso que tanto quieres.Vamos a ver …..
Una clienta contrató Enamora en tus entrevistas junto al análisis de perfil, porque no le iba bien en las evaluaciones psicológicas de los procesos internos de su empresa.
Su deseo —como el de muchos— era crecer profesionalmente, sentirse realizada... pero se sentía totalmente estancada.Y antes de empezar el análisis de su Perfil me dice:
“Es que yo no soy confianzuda, soy súper respetuosa en el trato.”
A ver... Detengámonos ahí.
—¿A qué te refieres con “confianzuda”?
—Que no tuteo a la gente.Y le respondí:
“Ahí está el problema.
Eso no es respeto. Eso es ponerte un peldaño más abajo que el resto.”
¿Has visto alguna vez que entre gerentes se traten de usted?
¿Piensas que por eso son “confianzudos”?
A Rosa se le desfigura la cara cuando responde NO a ambas y se acaba de ver uno o dos peldaños más abajo. Posición en la que ella misma se pone pensando que eso es respeto.
Lo que ella llamaba “confianzudo” es seguridad y saber pararse desde el mismo nivel.
Podía haber cerrado la sesión aquí sin el análisis y con eso su vida ya cambiará lo suficiente.
El entrenamiento de entrevistas siempre sirve, pero los movimientos internos se definen mucho antes de que tú decidas postular.
Ya te conocen. Ya saben cómo te comportas.
Y si te muestras pequeña… adivina cómo te van a ver.
Ese pequeño error de concepto te puede costar tu carrera.
Así como cuando alguien dice:
“Yo soy buena persona.”
Pero en realidad, estás siendo cobarde.
O como otro cliente que me dijo:
“Es que yo le tengo mucho respeto.”
Y lo que tenía era terror pánico a esa persona.
Y eso... lo cambia todo.
Dos errores de concepto que se convirtieron en formas de vincularse que han impedido que avancen en su carrera siendo muy buenos en lo que hacen.
¿Y sabes qué? Hasta que no lo ves, puede parecer una tontera, pero cuando empiezas a nombrar bien lo que te pasa, las decisiones cambian.
Te dejo algunos ejemplos:
“Me impone respeto.”
→ En realidad, le tienes miedo.
“No soy confianzuda.”
→ En realidad, te ves pequeña.
“Es súper apasionado.”
→ En realidad, es impulsivo e inestable.
“Se preocupa por mí.”
→ En realidad, quiere controlarte.
“Me ama.”
→ En realidad, te manipula o te anula.
“Yo solo quiero ayudar.”
→ En realidad, sientes que solo vales si te necesitan.
“Soy buena persona.”
→ En realidad, estás siendo cobarde.
“Prefiero llevar la fiesta en paz”
→ En realidad, no tienes el coraje suficiente para sostener conversaciones incómodas.
PD: Si quieres que te acompañe en tu proceso de transformación y salgas del estancamiento agénda tu sesión diagnóstico aquí